Nadie abandona el asentamiento si quiere seguir con vida. El enemigo que erradicó la mitad de sus habitantes se esconde allí, ataca por la noche y los mantiene aislados en una tierra de inviernos implacables. Emmeline lo sabe, pero los árboles del bosque y sus sueños la empujan a tomar el camino insurrecto.
Dentro de la seguridad de las murallas le aguarda un matrimonio que no quiere y un chico que no puede tener. ¿Pero qué es lo que hay afuera? Una terrible amenaza acecha y el invierno asesino se acerca...
Emmeline lleva mucho tiempo soñando en los secretos ocultos más allá del frío muro del asentamiento. Ahora que el Consejo ha perdido toda legitimidad, finalmente tendrá oportunidad de soltar la rienda a sus deseos. Es así como organiza, junto con la extranjera Matisa y el chico que ama, un grupo de búsqueda para explorar el nuevo mundo.
Pero semejante epopeya pronto cata sus inconveniencias. A lo lejos, en la tierra yerma plagada de hostilidades, el grupo de Emmeline se enfrentará a enfermedades, meteoros naturales y a la pesada omnipresencia de una extraña amenaza… Pronto nuestra heroína se percatará de su error primario: haber guiado a todos a un aciago destino falto de posibilidades, un camino del que parece imposible retornar. Sin embargo, el corazón de Em sigue apuntando más allá, a lo lejos, siempre a un sendero nuevo y desconocido.
Emmeline y Matisa han llegado a la tierra de la gente de Matisa, pero las tropas del Dominio se están moviendo. La gente de Matisa se ha preparado para la batalla, pero las armas del Dominio son brutales. Para asegurar su supervivencia, necesitarán algo tan importante que el Dominio tendrá que dejarlos en paz. Matisa y Em creen que saben lo que necesitan: el remedio para el sangrado, una enfermedad mortal.
Para encontrarlo, Em tendrá que volver al asfixiante asentimiento del que había pasado toda su vida tratando de escapar. Pero ya no es la chica manchada que una vez fue, y no se va a pelear sin pelear.
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