Carys y Max tienen noventa minutos de aire restante. No se suponía que nada de esto sucediera.
A la deriva en el espacio sin nada a lo que aferrarse, pero entre ellos, Carys y Max no pueden evitar mirar el mundo que dejaron atrás. Un mundo cuyas reglas no podrían someter, un lugar donde nunca realmente pertenecieron; un hogar que están decididos a volver porque han llegado demasiado lejos para perderse ahora.
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