Son muchas las leyendas que circulan en torno a la ciudad fantasma de Bhangarh, pero Helena nunca ha creído en las supersticiones. No obstante, el príncipe Arshad de Jaipur (sí, ese que odia a los ingleses) le insiste en que se equivoca: Bhangarh está maldita y al anochecer, cuando el palacio real se tiñe de oscuridad, todo el que se adentra en sus muros desaparece sin dejar rastro.
En su recorrido por la exótica India de los años veinte, Helena se ve envuelta en una investigación en la que solo una verdad parece salir constantemente a la luz: nadie regresa de la ciudad de las sombras.
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