Ahora otro crimen ocupa la vida de Laurie, aunque esta vez como productora de un programa de televisión sobre casos sin resolver.
El primer episodio gira en torno al asesinato de Betsy Powell. Hace veinte años, Betsy fue asfixiada en su cama después de haber celebrado una gran fiesta en su casa por la graduación de su hija. Los que estuvieron presentes esa noche han aceptado participar en el programa y en la reconstrucción del crimen, pero desde el inicio de la grabación resulta evidente que cada uno esconde más de un secreto. Además, aunque Laurie aún no lo sepa, una persona de afilados ojos azules está observándolo todo muy de cerca.
Un revelador ejemplo del poder de la televisión de la mano de la inimitable reina del suspense.
Hace cinco años, en el día en que iba a contraer matrimonio con su novio de la universidad, mientras familiares y amigos aguardaban expectantes en sus asientos, Amanda Pierce se esfumó sin dejar rastro.
En la actualidad, la productora Laurie Moran se da cuenta de que una novia desaparecida es el caso abierto perfecto para su programa televisivo sobre sucesos policiales sin resolver Bajo sospecha. Ella y su equipo salen de viaje hacia Florida para recrear aquella noche de hace cinco años con los asistentes originales. Con una hermana celosa, un padrino de bodas playboy, el antiguo prometido de Amanda casado ahora con una de las damas de honor y oscuros rumores alrededor de la novia, Laurie y el presentador de Bajo sospecha Alex Buckley pronto descubren que todo el mundo tiene su teoría sobre por qué Amanda se desvaneció ese día.
Una cosa es cierta: quienquiera que estuviera detrás de la desaparición, intentará que la verdad permanezca oculta «hasta que la muerte los separe»..
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