Todo el mundo sabe que cualquier dragón que se precie puede aspirar a ser un buen político, profesor o matemático; no como esos absurdos humanos, que prestan tanta atención a sus emociones que acaban olvidando cómo pensar...
En un reino mágico y sombrío en el que humanos y dragones conviven con una paz inestable, Seraphina es una música joven y talentosa (pese a ser humana) que acaba de entrar en el coro de la corte. Allí, las intrigas políticas son el pan de cada día. Poco después de su llegada, una noticia atraviesa los muros de palacio: un miembro de la familia real ha sido asesinado. Inmediatamente, los cimientos de esa fachada de paz se resquebrajan.
Para investigar el crimen, Seraphina se alía con el perspicaz Lucian Kiggs, capitán de la guardia real. Pero todo el mundo tiene secretos, y ella no es una excepción: lo que oculta haría que la condenaran a muerte.
En una carrera a contrarreloj, Kiggs y Seraphina intentarán destramar una telaraña de mentiras, a cual más turbia, mientras ella hace todo lo posible para que las suyas no salgan a la luz.
El oscuro secreto que Seraphina llevaba años ocultando por fin ha salido a la luz. Sin embargo, ahora hay otro asunto mucho más importante: la guerra que acaba de estallar.
Para inclinar la balanza a su favor, la reina Glisselda y el príncipe Lucian le encomiendan a Seraphina que salga del reino de Goredd y recorra las Tierras del Sur en busca de otros que comparten su mismo secreto. Lo que no saben es que no todos desean lo mismo y encontrar a algunos podría resultar letal.
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